Optimo México | Comiendo suficiente y disfrutando mucho
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Comiendo suficiente y disfrutando mucho

Comiendo suficiente y disfrutando mucho

Comiendo suficiente y disfrutando mucho

Debemos comer lo suficiente para mantenernos o alcanzar un peso saludable, ni de más ni de menos. Se trata de encontrar el equilibrio entre lo que comemos y la actividad física que realicemos.
En la alimentación, lo que cuenta es lo que se ingiere durante varios días, no un día o una comida.
Cada persona necesita diferente cantidad de alimentos, eso depende de su edad, sexo, actividad física y estado de salud.
¿Hace cuánto tiempo que no disfrutas de tu hora de comida? Permitirse un tiempo razonable para comer es muy importante. ¿Qué puedo hacer para disfrutarla aunque a veces sea difícil por el ritmo de la vida?

Considera estas sugerencias:


Tomate tu tiempo: el cerebro necesita 20 minutos para que le llegue la señal de que la persona ha ingerido suficiente alimento. Algunas personas en ese tiempo ya terminaron de comer y es probable que lo hayan hecho muy rápido y en exceso, o frente de la computadora/teléfono celular, sin disfrutar de su alimento y por ello después se sienten incomodas. Come despacio; entre bocados deje los cubiertos sobre la mesa, procura tener compañía y mantener una conversación amena (de ser posible). Procura estar en contacto con tu cuerpo y percibe como la sensación de hambre desaparece y comienzas a sentirte satisfecho. A fin de no excederse, para de comer antes de sentirte completamente satisfecho.

Multiplica el placer: uno de los placeres más grandes en la vida es el de comer, como bien saben gourmets, expertos en manjares, vinos, quienes utilizan todos sus sentidos; ingieren bocados pequeños, mastican muy despacio, saborean cada bocado disfrutando su olor, color, textura, temperatura y sabor. Toda persona puede hacer lo mismo, gozando cada bocado.

Deja de lado la culpa: todos los alimentos caben en una alimentación correcta, ningún alimento está prohibido. Una persona puede comer y disfrutar de todo, la clave está en no excederse. Trata de escuchar a tu cuerpo y hacerle caso cuando te envíe señales de que no es necesario comer más.
Olvida las dietas restrictivas milagrosas: para obtener resultados a largo plazo la fórmula es comer de todo, poco de lo que perjudica al organismo y mucho de lo que lo beneficia. Si al mismo tiempo la persona se mantiene activa físicamente obtendrá mejores resultados. Empieza por disminuir el tamaño de las porciones que consumes y busca moverte un poco más. Quizá usando las escaleras en vez del elevador o al caminar distancias o tan largas en lugar de usar el automóvil o transporte público.

El refresco no refresca: lo que más quita la sed es el agua simple. Si acostumbras acompañar la comida con refrescos o sodas, intenta hacer aguas frescas con poco o nada de azúcar. Una bebida muy refrescante y que no necesitas azúcar en el agua de limón y menta o yerbabuena. Exprime un limón en un litro de agua, agrega hojas de menta o hierba buena deja la jarra en el refrigerador al menos un ahora.
Tomar refrescos y jugos, no importa si son naturales o industrializados, pueden hacer que el cuerpo reciba más calorías de las que en realidad necesita. Si tomas jugo, procura que sea natural, no más de medio vaso y de preferencia sin colar. Lo ideal es beber dos litros de agua al día. Se ha demostrado que si en lugar de tomar bebidas azucaradas la persona toma agua simple, es más fácil mantener un peso saludable.

L.N. Myrsa Medina Díaz
#mejorandolacalidaddelavida

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