Optimo México | “Sin química no hay magia”
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“Sin química no hay magia”

“Sin química no hay magia”

“Sin química no hay magia”

La ciencia que estudia las sustancias puede ser abstrusa o hasta inaccesible para muchos, pero no oculta más misterios que los debidos a nuestra ignorancia; nada que no se resuelva con algunos libros y tal vez un poco de prácticas de laboratorio. Sin embargo, en sus orígenes, cuando todavía se llamaba “alquimia”, era una actividad que se consideraba mágica y misteriosa, como muchas otras actividades que, ante la falta de explicación simple por la sociedad común, se le daban atributos de magia o encantamientos, cosas del demonio dirían algunos. La alquimia era propia de iniciados, cuyas raíces se remontaban a los estudios de Platón, retomados por los árabes hacia el siglo VIII de nuestra era.

Alquimistas

Mientras Europa permanecía sumida en la noche medieval, los árabes experimentaban el tratamiento de los metales en busca de la piedra filosofal, que les daría la clave del arte de combinar y descomponer sustancias para elaborar oro. El primer alquimista europeo fue el inglés Roger Bacon (1220-1292), que fue perseguido por la Iglesia y tuvo que exiliarse en París. Para su suerte, su protector y amigo, el cardenal Guy le Gros Foulques, llegó en 1265 al trono de Roma con el nombre de Clemente IV y le pidió un informe sobre sus experiencias en una carta secreta. El filósofo inglés dedicó dos años al informe, del que resultó su llamado “Opus Majus” (Obra mayor). Tanto él como Paracelso (1490-1541), los mayores alquimistas del Renacimiento, son considerados hoy como los precursores de la ciencia experimental.

Tanto alquimia como química se derivan de la voz árabe “kimiyá”, que significa ‘piedra filosofal’. Se ha sugerido que “kimiyá”, a su vez, proviene de “Kimi”, que significa ‘negro’, palabra árabe con la que se designaba a Egipto, para señalar su aura de disciplina oculta o misteriosa, ya que, de alguna forma, eran expertos químicos por sus prácticas de embalsamamiento. No cabe duda que gracias a esa curiosidad del ser humano, e intensificada en unos cuantos, hemos podido explicar miles de acontecimientos que para nuestros antepasados eran asuntos o decisiones de los dioses, gracias a esos que se hicieron las preguntas correctas, buscando otra cosa, hemos encontrado respuestas importantes.

Creer que hay separación de “química” sobre “alquimia” por cuestiones de ocultismo es un error, siendo esto una cuestión de origen y conveniencia. Si bien los alquimistas buscaban el oro, los trabajos de Bacon y Paracelso proponían no considerar a los cuatro elementos básicos sino hacer que el estudio de las sustancias se tratara por separado. Por un México de paz y armonía conozcamos nuestra lengua y vayamos juntos al progreso.

Es cuánto.
Luis Lúcia
LUXIA – Capacitación y Consultoría
http://www.luxiaconsultoria.com/

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