Optimo México | ¿Héroe o Caudillo?
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¿Héroe o Caudillo?

¿Héroe o Caudillo?

¿Héroe o Caudillo?
Es obligación recordar la historia, dicen algunos, no solo para conocerla y saber de donde venimos, sino para no repetir errores. En estas fechas septembrinas es importante destacar el levantamiento de lucha por la independencia de la Nueva España, hoy Estados Unidos Mexicanos, de la Corona Española; impulsada por los “héroes que nos dieron patria y libertad”, frase que se vitoreará la noche del 15 de septiembre de cada año por toda la nación mexicana a cargo particularmente del señor presidente de la república. Pero, ¿son héroes? Veamos, “héroe” viene del latín “heros” y del griego “heros”, que incluso se escribía igual; esta palabra se puede encontrar en La Ilíada y La Odisea de Homero, tiene un precedente en lenguas indoeuropeas que significa “proteger”, “cuidar”. “Heros” era una palabra en latín para describir a “un hombre íntegro, audaz, enérgico y viril, que pretende ser severo. Bajo una cierta rudeza y una apariencia orgullosa, tiene una gran sensibilidad que tiende a controlar, como así también una cierta seducción que mantiene discretamente”, por lo que hoy se usa la palabra “héroe” para ensalzar las virtudes de un personaje o sus actos, se le llama héroe en muchas ocasiones a aquellos que tuvieron un impacto en una nación o en una gran masa de la población donde estuvieron inmersos, claro, de forma positiva.

Caudillo

Por otro lado, “caudillo”, viene del latín “caput” que significa “cabeza” y “aellus”, “pequeño”, para formar “capitellus” que significa “cabeza pequeña”. Con ese significado directo sobre la parte del cuerpo, pero indirecto aludiendo a un pequeño líder o al que dirige una cantidad moderada de hombres en pro de una causa. Bajo estas definiciones es fácil entender que “caudillo” es el que empieza un movimiento y “héroe” el que lo culmina y lo lleva a buen puerto. Ahora bien, en palabras de Pablo Meré Alcocer, se decía hace un par de días “el párroco de Dolores era Miguel Hidalgo y Costilla, realmente su nombre es más grande, el nació en Pénjamo, Guanajuato y murió en Chihuahua, aunque es el padre de la patria, murió fusilado, fue decapitado y previamente tuvo dos juicios, uno eclesiástico, para quitarle su sacramento de sacerdote y otro civil, por traición al gobierno español, la sentencia fue privarle de la vida, condenado a muerte, a él y a los que atentaban contra el gobierno de España, de la corona española, todavía no se publicaba la constitución de Cádiz de 1812, él en vida, nunca supo, como tampoco Allende, que la lucha que iniciaron tuvo éxito, esa es parte de la historia. Hidalgo tuvo hijos, tocaba el violín, hablaba varios idiomas, así como varios dialectos, era culto y con firmes convicciones, como humano con virtudes y defectos, si así se les debe llamar; le gustaba jugar cartas, organizar fiestas, la música, el vino, le gustaban las corridas de toros, hacer obras de teatro, el chocolate, hoy es héroe, quien un día fue villano, a él y miles más se debe la independencia consumada el 27 de septiembre de 1821”, por lo que si vemos a “los que nos dieron patria y libertad” con un espíritu misionario, serán héroes; pero si los vemos como ejecutores de cada una de las etapas que les tocó enfrentar para llegar a lo que hoy conocemos como Independencia, serán caudillos. Es cuánto.

Luis Lúcia
LUXIA – Capacitación y Consultoría.

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