Optimo México | Emergencia vs Contingencia
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Emergencia vs Contingencia

Emergencia vs Contingencia

Emergencia vs Contingencia

Por los tiempos que vivimos, parece necesario y prudente, recurrir a las bases de nuestra lengua para entender los mensajes que recibimos tanto de las autoridades como de los medios de comunicación. En días pasados, en la conferencia por COVID-19 en México que se realiza diario a las 19:00 horas desde Palacio Nacional, el canciller Marcelo Ebrard, lejos de respaldar dicha conferencia con su presencia e investidura, da lectura, igualmente, a un documento en donde se declara que México entra en un estado de “Emergencia Sanitaria por causas de fuerza mayor”. Y es importante estar atentos al vocabulario que utiliza cualquier persona, en cualquier conversación, más aún, si se trata de un acuerdo de ley. Desde ese día, hasta hoy, y seguramente continuará, se empiezan a mezclar los términos. En muchos medios se habla de Contingencia y en otros hasta indican en qué minuto de la conferencia se declara la Emergencia.
Hay hasta quienes mezclan, indicando el minuto, pero insistiendo en que se trata de una Contingencia y no de una Emergencia. Otro particular, es que se habla poco de la parte que indica que es “por causas de fuerza mayor”, aparentando ser una frase común y coloquial. Empecemos por las bases del lenguaje, “Emergencia” proviene del latín medieval “emergentia”, de “emergens”, que traduce como “salir, sobre salir, elevarse”; lleva un sufijo ya conocido “-entia”, que denota cualidad de situación o condición en la que se encuentra el vocablo principal. Esto es, “emergencia” es la situación o condición de sobre salir.
Así, la palabra emergencia se usa mucho para denotar a la serie de condiciones o situaciones que sobre salen de lo normal y que nos obligan a tomar ciertas acciones inmediatas. Por su parte, “Contingencia”, viene del latín “contingentia”, compuesta con el verbo tangere (tocar) que cambia a “-ting-“ por apofonía y encontramos en palabras como íntegro, tangente y contiguo. El sufijo “-encia” o “-entia”, del que hemos hecho referencia ya, que indica cualidad de un agente como en conferencia, consecuencia e interferencia; el prefijo “con” que indica reunir o acontecer en uno solo; implica que es la situación por la que todos los involucrados deben converger, reunirse, contenerse mientras algo más sucede.

Diferencias

Así, desde la definición de las palabras, no es lo mismo declarar una emergencia sanitaria que una contingencia sanitaria; el primero es una situación de carácter sanitario que sobre sale de las demás consideradas normales y que nos obligan a tomar ciertas acciones inmediatas, la segunda, es la situación de carácter sanitario que nos obliga a reunirnos o contenernos para evitarla o dejarla pasar; en ambos casos se busca que un mal, en este caso la enfermedad, se propague de forma lenta y se pueda atender a la mayoría. Desde el marco legal, igualmente, no es lo mismo. Y aquí viene el punto de atención a que se trata de “causas de fuerza mayor”.
El artículo 427 de la Ley Federal del Trabajo, habla precisamente de las suspensiones laborales, y la fracción primera toca el punto “por causas de fuerza mayor”, sin ser contingencia, por lo que respecto de los salarios el patrón deberá otorgarlos de manera íntegra ya que se trata de causa de fuerza mayor. Ahora bien, el mismo artículo, pero su fracción VII indica que la suspensión es debido a una Contingencia Sanitaria por Autoridad Competente, es decir, aquí sí lo contempla la ley directamente. No requiere que un tribunal la declare y se indica el pago del patrón a los trabajadores de solo el salario mínimo por un período no mayor a 30 días.
En caso de incurrir en el paro de labores, lo conveniente financieramente hablando para las empresas es utilizar la fracción VII, sin embargo, al usar la fracción primera, es pedirles a los patrones que paguen sueldos completos sin que los empleados trabajen. Desde el punto de vista Salud, parece ser lo más sensato pues cuida la vida de los ciudadanos y su trabajo. Esto intenta explicar por qué algunas empresas piden amparo o apoyos o subsidios, pues pagar íntegros los sueldos sin productividad se torna un tema complicado y su contrapeso sería tener empleados enfermos, que puede tornarse otro tema, quizá, aún más complicado.
Lo que es un hecho, es que no todos están usando el mismo lenguaje que usó el canciller y eso contribuye a la desinformación, aunque para muchos pueda parecer somera la diferencia, de eso se trata conocer nuestra lengua. Por un México de Paz y armonía, por un México de Tolerancia y SALUD, derrumbemos cada vez más esos muros ideológicos que nos dividen. Es cuánto.
Luis Lúcia
LUXIA – Capacitación y Consultoría
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