Optimo México | El Peregrinar de “Guadalupe”
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El Peregrinar de “Guadalupe”

El Peregrinar de “Guadalupe”

El Peregrinar de “Guadalupe”

Es sabido que año con año millones de feligreses no solo se reúnen en “La Basílica de Santa María de Guadalupe”, llamada oficialmente “Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe”, dedicado a la Virgen María en su advocación de Guadalupe, ubicado al pie del Cerro del Tepeyac en la delegación Gustavo A. Madero de la Ciudad de México. Es el recinto mariano más visitado del mundo, superado sólo por la Basílica de San Pedro; pero los feligreses también viajan desde distintas partes de la República Mexicana y algunos desde el extranjero. Al parecer anualmente cerca de 20 millones de peregrinos visitan el santuario y alrededor del 12 de diciembre lo hacen solo 9 millones, casi la mitad en un solo día. La basílica original fue construida alrededor de 1709, pero una vez que la edificación se volvió riesgosa, una nueva Basílica fue construida entre 1974 y 1976, diseñada por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. La imagen original de la famosa Virgen de Guadalupe se encuentra ahora alojada en esta nueva Basílica. Tiene un diseño circular de forma que la imagen puede ser vista desde cualquier punto de la iglesia. Un crucifijo vacío, que afirma la iglesia católica, significa la resurrección de cristo. El coro está ubicado entre el altar y los fieles para indicar que él también es parte de ellos. A los costados se encuentran las capillas del Santísimo y de San José. Con 7 puertas en el frente, tratando de hacer referencia a las 7 puertas de la Jerusalén Celeste a la que se refirió Cristo.

Primer viaje

Pero ese viaje de la vieja basílica a las faldas del Cerro del Tepeyac, no es el único que ha hecho “La Virgen de Guadalupe”. Allá por el siglo VIII, es decir, por los años 700 d.c., varios acontecimientos se fueron dando que permitieron, como el efecto mariposa, a la Virgen de Guadalupe llegar hasta las costumbres religiosas de poco más del 80% de los mexicanos. Rodrigo, no recuerdo si I o II, rey de los Visigodos, conocido como Don Rodrigo, quien había llegado al trono de forma confusa y violenta, sufrió y encaró la invasión de los musulmanes, quienes entraron a lo que hoy conocemos como España por el Estrecho de Gibraltar pasando por Marruecos. Uno de los caninos con los que viajaban los musulmanes, conocido en latín como Cannis Lupus, se llamaba en árabe “di’b sirhan” y se lee algo así como “dibé sirján”, que traduce como “lobo errante”. Una parte de esos musulmanes que cruzaron pertenecían a los Sarracenos, quienes en combate se sabe de su capacidad sangrienta así como de sus estrategias de conquista y guerra. A donde llegaban los sarracenos rebautizaban los lugares, otra parte de los conquistadores invasores se adaptaban mezclando su lenguaje con el latín corriente y con el latín culto que se hablaba en esa época según conveniencia. Esto explica por qué algunas localidades, incluso algunas zonas montañosas y ríos tienen nombres combinación de éstas dos lenguas. Como Guadalupejo, resultado del latín corriente y árabe, o Guadalupe, resultado del latín culto y árabe. Así es como se llama uno de los ríos de la provincia de Cáceres, de hecho muy cerca de una Villa que lleva el mismo nombre, Guadalupe. “Wad” en árabe significa río, al parecer los lobos con los que viajaban los musulmanes se detuvieron a beber agua, fue tan impresionante la cantidad de caninos que lo hicieron, considerando los casi 600 Km desde Tánger, Marruecos hasta Extremadura, España; que algunos caninos locales, incluso, se mezclaron con los viajeros. Al no conocer la raza ni la especie, creyeron que también eran lobos, por lo que al lugar y al río se le llamó “Río de Lobos”, algo así entre árabe y latín culto como “Wad-‘al-Lupus” que se lee “Guadalupus”, es decir, Guadalupe.

Llegada a España

Con el paso del tiempo sabemos que España recobró sus tierras y los árabes fueron “expulsados”, pero quedaron para la posteridad la mezcla de su lengua y algunas costumbres gastronómicas así como su arquitectura. Allá por el siglo XV d.c. fray Diego de Écija publica un escrito donde da a conocer una historia que data, según sus memorias, del s.XIV, sobre la aparición de una imagen de una Virgen a un pastor de nombre desconocido en ese entonces, pero que un monje llamado Francisco de San José relató en sus memorias de 1743 que ese pastor se llamaba Gil Cordero de Santa María. Por ello es que se levantó, en el s.XIV, un templo en ese lugar, hoy conocido como Monasterio de Santa María de Guadalupe, pero antes de llamarse así tuvo que conocerlo el Rey Alfonso XI allá por 1331, y donde suplicó ayuda a dicha Virgen por las guerras prontas venideras; después del éxito obtenido en la Batalla del Salado el Rey Alfonso XI visitó de nuevo el santuario, lo mandó a ampliar bajo las instrucciones del libre constructor Toribio Fernández, y pasó a ser El Santuario de la Virgen de Guadalupe. Con el tiempo se volvió un lugar de visita para miles de peregrinos creyentes, la Virgen de Guadalupe de éste monasterio fue grabada en cientos de figuras, banderines y estandartes. Uno de ellos fue el que usó Hernán Cortes para la conquista de México, iniciada en 1521, el estandarte que se presume, usó Cortes, solo mostraba un busto de la Virgen de Guadalupe de la región de Guadalupe y Cáceres pertenecientes a Extremadura, España, de dónde se sabe es Hernán Cortes. Haciendo así el viaje más largo que la Virgen de Guadalupe ha realizado en su historia.

Su llegada a México, su relación con Juan Diego, la anexión de la luna a sus pies, el cambio de algunos colores, el uso de un menor igualmente a los pies, la forma redondea de su rostro y el halo luminoso a su derredor, vinieron, poco a poco, muchos años después, alrededor del año 1650. Guadalupe es una de las palabras que más lejos ha llegado, que su peregrinación alrededor del mundo sigue siendo impresionante y que hoy por hoy es símbolo representativo de un gran porcentaje de nuestra sociedad. Creyentes o no, la historia de su nombre merece respeto, tiene una carga histórica, social, política, religiosa y épica increíble. Por un México con tolerancia a las ideas diferentes, seamos empáticos, conozcamos nuestra historia y disfrutemos de nuestras fiestas. Es cuánto.

Luis Lúcia
LUXIA – Capacitación y Consultoría
www.luxiaconsultoria.com
#mejorandolacalidaddelavida

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